El verano es la época del año en la que se producen más desplazamientos. Millones de personas se montan en sus coches a fin de pasar unas merecidas vacaciones, lo cual se traduce en millones de vehículos circulando por las carreteras. Si esto ya puede ser un verdadero infierno en forma de retenciones o accidentes, el calor del período estival es otro de los factores que puede acercar un viaje en verano a la versión terrenal de un viaje a la guarida de Satanás.
Para aquellos que tengan un vehículo equipado con los últimos adelantos en sistemas de calefacción y aire acondicionado, el calor de agosto no será ningún problema, pero como todavía somos millones los que seguimos bajando las ventanillas en verano, aquí van unos consejos para combatir el calor veraniego en tu vehículo.
Baja las ventanillas, el método más evidente. En los coches sin aire acondicionado hay ocasiones en las que ir con las ventanillas subidas en verano es prácticamente insoportable. Debes tener en cuenta que al bajar las ventanillas aumenta el consumo de combustible.
En verano, y en según qué lugares, no es sencillo, pero intenta no dejar tu vehículo al sol. Ten en cuenta su desplazamiento y, por ende el desplazamiento de la sombra (tu coche puede estar ahora a la sombra, pero permanecer al sol el resto de la tarde). ¿Quién no se ha subido alguna vez al coche después de dejarlo al sol y ha estado a punto de hervirse en su asiento o de dejarse las manos pegadas al volante?
Agua para beber y refrescarse
Lleva botellas de agua de sobra. El agua no solo nos ayudará a combatir la deshidratación y el cansancio producido por el exceso de exposición al sol, sino que también podemos usarla en otros menesteres con el fin de relajarnos. En este sentido es recomendable mojarse el pelo y la frente cada cierto tiempo.
Tener un trozo de tela húmedo también nos puede ayudar en ocasiones como esa que ya he citado en la que el volante está demasiado caliente. En este caso, sirve con pasarle un trapo húmedo para solucionar el problema.
Haz paradas cada cierto tiempo a descansar y tomar el aire. Descansar no solo es obligatorio para combatir el sueño, sino que es necesario para refrescarse, estirar las piernas y evitar que te invada el cansancio por culpa del calor. Sirve con un pequeño sitio a la sombra, un lugar donde sople un poco el viento. También puede ser interesante tomar rutas alternativas a las autopistas, que no ofrecen protección alguna frente al sol, rutas por carreteras más convencionales que probablemente disponga de más áreas de sombra.
Elige horas del día para viajar en las que no haga demasiado calor. Las peores horas del día para viajar son al mediodía y a media tarde, ya que son las horas en las que el sol incide más fuertemente. Lo ideal es viajar a horas tempranas de la mañana.
Evita llevar ropa negra, absorbe el calor. Lleva prendas amplias y de color claro que sean lo más cómodas y frescas posible.
También existen otros métodos, como llevar un pequeño ventilador o un abanico que te puedan ayudar a refrescar la cara de forma más efectiva. Siempre y cuando sea un aparato que no moleste ni dificulte su tarea al conductor del vehículo.
Está claro que si es agosto y hace un buen día, va a hacer calor, y si tu coche no tiene aire acondicionado, tú vas a pasar calor también aunque sigas todos estos consejos al pie de la letra. Pero, por lo menos, podrás hacer del viaje algo soportable y evitar que cuando llegues a tu destino parezcas un trozo de carne roja y humeante.