El Passat es otro de esos iconos Volkswagen eternos, a fuerza de ir ganando amantes desde 1973. La octava generación saldrá a la venta en otoño de este mismo año, aunque la nomenclatura oficial es Passat 2015 o, para los más avezados, Passat Mark VIII. Si el grupo VAG invirtió lo indecible para crear una plataforma que pudiese funcionar como base del chasis para un utilitario y para un segmento D, era de esperar que el siguiente Passat saliera de ella. ¿La ventaja más directa? Es que pesará menos; 85 kilos, dicen en Volkwsagen.
Aún no hay fotos y esto es un anticipo de lo que la firma ha transmitido a la prensa. Vamos a tomarlo como un primer contacto con el modelo y un avistamiento de los bocetos.
Consecuencias del nuevo chasis
Lo van a seguir ofreciendo como berlina cuatro puertas y como familiar (todos los familiares en Volkswagen son apostillados como ‘Variant’). De momento, oficialmente no se postula la reválida de la carrocería coupé.
Aún así, en cuestiones de chapa, la plataforma modular MQB no influye para nada en lo que se construya para cubrirla. Pero mencionada ya su virtud de ser más ligera, sí que determina unas nuevas cotas, es decir, el nuevo Passat tiene otras medidas.
Los últimos 10 años, cada coche que ha ido renovándose ha crecido sin orden ni concierto, hasta el punto que los utilitarios parecen compactos y los compactos parecen berlinas. Los fabricantes están todos apuntándose a las plataformas multiuso, y es un deseo personal que esto invierta la tendencia: que los coches paren de inflarse.
En el Passat 2015, por lo menos, mi enfoque se ve satisfecho: medirá dos milímetros menos que el presente en longitud y 14 milímetros menos en altura. No obstante, la anchura es de un centímetro más. Presumiblemente, el comportamiento en conducción debería ser más aplomado y –lo que le interesa al conductor– más seguro o noble en sus reacciones.
Diseño interior
Los ingenieros que se especializan en los habitáculos de los coches son siempre los que tienen las mentes más fascinantes. Al menos, ésa es mi impresión. Disponen de menos espacio en el chasis y se las han de ingeniar para que las medidas del interior sean mayores que las del modelo pasado. Es una contradicción física tan rotunda que hay que poseer un don especial para resolver el puzzle. Para mi mente obtusa, casi se me antoja un arte.
El octavo Passat está pensado para tener más maletero y ponerse unos pocos litros de capacidad por delante de sus contendientes. En la berlina cabrán 586 litros (21 más que el actual) y en la familar o Variant 650 litros (47 más). Para tener una referencia orientativa, dentro de los coches que rondan los 5 metros de largo, ya sean un poco más pequeños o un poco más grandes, el maletero del nuevo Passat sólo lo supera el Skoda Octavia y el Skoda Superb.
El espacio de carga se puede compartimentar, añadiendo bandejas a diferentes alturas como si fueran estanterías, o añadiendo separadores como si fueran cajoneras. Aparece el kit opcional Easy Close, donde te alejas del coche y la puerta del maletero se cierra sola.
Motores, ojo al 2.0 TDI biturbo con 239 CV
Todos son compartidos con las distintas marcas del consorcio. Sólo una evolución del 2.0 TDI es un estreno. Volkswagen ya había probado la solución de los dos turbocompresores (BiTDI) en su clásico cuatro cilindros diesel de dos litros. Verbigracia, el pick-up Amarok lo equipa con 163 CV, tracción 4Motion y cambio automático de doble embrague DSG.
El biturbo diesel 2.0 es una ingeniería que Opel ya ha afinado con el Astra para convertirlo en un deportivo de gasoleo, y el Passat hará debutar la reinterpretación del grupo VAG con 239 CV.
Obviamente, esta actualización asalvajada del 2.0 TDI está llamada a sustituir al 3.0 TDI que estamos acostumbrados a ver a excepción de los que vayan a rozar los 300 CV diesel, porque VAG también le ha dado una vuelta de tuerca a su V6 con el sobrenombre de “clean diesel”, y lo ha empujado hasta los 272 CV.
Pero volviendo al Passat 2.0 TDI 239 CV, de igual forma que sucede con el Amarok, sólo podrá asociarse a la tracción total y al cambio automático.
Las ofertas de gasolina se mueven con el 1.4 TSI 150 CV y 140 CV (con y sin desconexión selectiva de cilindros, respectivamente). Por descontado, figuran en el listado el 1.8 TSI 179 CV y el 2.0 TSI 220 CV y 280 CV.
El resto de los diesel se reparten en el 1.6 TDI 120 CV y las otras dos escalas de rendimiento más extendidas del mismo 2.0 TDI, es decir, la de 150 CV y la de 190 CV. Ambas están en el Golf, sin ir más lejos.
Híbrido
Hasta que Volkswagen se retracte, ha confirmado que replicará la táctica del Jetta híbrido. Echando mano del 1.4 TSI de gasolina y un motor eléctrico, se podrá alcanzar la potencia conjunta de 211 CV cuando se exija el máximo al coche.
Interesante la autonomía homologada (ya sabiendo que estos números son un alucinógeno que altera la realidad): 1000 km con un solo depósito, 50 de los cuales teóricamente se podrán hacer sin que el bloque térmico se ponga en funcionamiento.
La fecha del híbrido está prevista para el 2015. Será enero o será diciembre, aún no lo sabemos.
Rebobinando hasta el principio, éste es el anticipo al Passat que arribará después del verano. Queda hablar de equipamientos de serie y extras, de sistemas electrónicos de asistencia a la conducción y, lo más importante, de precios y gama.
A medida que aparezcan más bocetos o imágenes y vayan goteando los datos con otras especificaciones, estaré escribiendo artículos sobre el Passat generación ocho. Creo que, merecida o inmerecidamente –ya es cosa de las filias y fobias de cada uno–, es un modelo que muchos compradores de berlinas del segmento D contemplan como referencia a la hora de renovar su vehículo. No en vano tiene 40 años a sus espaldas.