En Australia están que trinan con el último anuncio del BMW M235i, que por esos lares se va a convertir en la versión más potente del Serie 2 Coupé, compartiendo espacio en los catálogos el 220i y el 220d, que entregan 184 CV de potencia.
La firma alemana, previo desembolso de una cantidad de dinero que desconocemos, ha logrado aparecer en las salas de cine del país más grande de Oceanía. Sin embargo, a las autoridades no les ha hecho ni chispa de gracia y el organismo encargado de llevar el control publicitario no ha tardado en emitir un veredicto que desaprueba su contenido.
¿Demasiado macarra? No lo creo
Hay dos vídeos. Uno dura 44 segundos y es el que se ha emitido en las salas de cine. El otro es más largo y contiene más paja, porque lo que de verdad importa es lo que se ve en el vídeo que ha molestado a los australianos.
No les ha gustado ver acelerones y derrapes al límite. Se han llevado las manos a la cabeza pensando que cualquiera puede hacer lo mismo con su coche después de ver un vídeo así. Y digo yo… ¿No es peor lo que se ve en películas como A Todo Gas? Eso sí que es dar mal ejemplo y lo demás son tonterías. Y eso por no citar lo que sucede en el famoso GTA V, un videojuego que traspasa todo los límites y que no ha tenido problemas para superar con éxito el duro sistema de clasificación australiano.
Un target especial
El coche no va dirigido a un padre de familia. Tampoco a una señora mayor que solo lo coge para ir a comprar el pan y no pasa de los 30 km/h. El coche va dirigido a un tipo de cliente que está dispuesto a gastarse decenas de miles de euros para decir que es el más chulo del barrio. Es el tipo de conductor que aunque no vea este anuncio hará todas las animaladas y perrerías que le vengan en gana, a no ser que los puntos del carné se le estén acabando y ese día conduzca sereno.
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