El Lykan Hypersport, el superdeportivo de W Motors, ya asoma la cabeza. Lo ha hecho para deleite de los pocos periodistas que han podido comprobar de primera mano lo bien que suena su motor bóxer de seis cilindros y 3.7 litros.
No hay que olvidar que es capaz de entregar 750 CV de potencia a 7.500 rpm y 960 Nm a 4.000 rpm. Por ello puede pasar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y de 0 a 200 km/h en 9,4 segundos hasta alcanzar los 385 km/h de velocidad punta.
Un cohete con ruedas procedente de Beirut
Es de origen libanés y ha sido diseñado por Anthony Jannarelly, un joven británico que estudió en la Universidad de Coventry y ahora vive en Dubai. La caja de cambios puede ser secuencial de seis velocidades o de doble embrague PDK con hasta siete velocidades. Mide 4,48 metros de largo (2,63 metros de batalla), 1,94 metros de ancho y 1,17 metros de alto. Pesa 1.380 kilos y su consumo medio homologado no se parece en nada al de un híbrido, ya que son 13,5 l/100 km los que registra en condiciones idílicas.
Como ya dijimos cuando se convirtió en el coche más caro del mundo (sigue estando en la lista de los más caros), cuesta 3,4 millones de dólares (algo más de 2,4 millones de euros al cambio) y solo se fabricarán siete unidades en todo el mundo. Lo mejor de todo es que serán ellos los encargados de elegir a los siete propietarios que podrán conducirlo en exclusiva. Y me temo que no serán fruteros, electricistas o dentistas. Serán jeques de profesión, ya que no se venderá ni en Estados Unidos ni en Europa Occidental.
En un futuro no demasiado lejano, W Motors fabricará otro modelo que será más accesible, si es que se puede asociar la palabra accesible a un «hyperdeportivo«, que es como lo han definido sus creadores. En este caso la tirada será de entre 20 y 25 unidades y no sé si volverán a escoger a los propietarios a dedo.
Vídeo: Marchettino
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