El Bugatti Veyron es uno de los superdeportivos más espectaculares del planeta. Creo que en eso estamos todos de acuerdo. El primero llegó al mercado en 2005 con una longitud de 4,47 metros y un monstruoso motor de 8 litros y 16 cilindros que es capaz de entregar la friolera de 1.000 CV. Teniendo en cuenta que pesa 1.888 kilos en vacío, la relación peso/potencia es de 1,88 kilos por caballo, lo cual le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2,46 segundos hasta alcanzar los 415 km/h de velocidad punta.
Por desgracia, las 450 unidades que se anunciaron ya están adjudicadas y dando vueltas por calles y circuitos de todo el mundo. De todas ellas 300 corresponden a la versión coupé y el resto a la roadster. Son, por tanto, superdeportivos que se convertirán en auténticos clásicos. Unos clásicos que la firma con sede en Molsheim quiere mimar con un entusiasta programa de mantenimiento: el Bugatti Certified.
Las ediciones especiales alargan su vida
Mientras esperamos la llegada de un nuevo superdeportivo que sirva de reemplazo del Veyron, la firma francesa se limitará a lanzar ediciones especiales como las que ya hemos podido ver hasta ahora. Son las Legend Edition que han ido apareciendo en este orden:
– Bugatti Veyron Vitesse Jean-Pierre Wimille
– Bugatti Veyron Jean Bugatti
– Bugatti Veyron Meo Constantini
– Bugatti Veyron Rembrandt Bugatti
Bugatti Certified para todos
Es probable que ya estén inmersos en un nuevo proyecto que vuelva a sorprendernos por la elegancia, potencia y exclusividad del superdeportivo que vendrá. De momento no sabemos nada sobre eso, pero sí nos hemos enterado de las buenas intenciones que persiguen con el Bugatti Certified. Con dicho plan intentarán que todos los Bugatti Veyron que han fabricado estén casi casi como el primer día.
Para ello realizarán revisiones completas en las que se implicarán tanto los ingenieros como los mecánicos que algún día tocaron sus piezas. Es la mejor forma de que todo salga a pedir de boca, aunque no será precisamente barato. Todavía no se conocen ni los precios ni las condiciones del servicio, pero tampoco creo que eso sea algo que le vaya a quitar el sueño al propietario de una de estas criaturas.
La revisión no solo afecta a sus entrañas. Quieren que todo funcione tan bien como el primer día, pero también les preocupa el apartado estético. Por eso la revisión incluye un lavado de cara total, como el que se hacen algunas mujeres cuando recurren a las cremas antiaging y el peeling facial. El Veyron debe sentirse guapo para circular con la moral bien alta.
Si eres de la familia Bugatti…
Aprovechando el lanzamiento de este servicio que todavía no han definido punto por punto, en Bugatti han querido hablar de sus vehículos de ocasión. Dicen que se venden en perfectas condiciones y que los nuevos propietarios reciben la membresía de la familia Bugatti. Eso es todo un privilegio, ya que les permite acceder a visitas personalizadas en Molsheim, eventos tan especiales como la Molsheim Experience y hasta participar en el Feeling de Road. Esto último es un programa de cursos de conducción que se imparten tanto en circuito como en carretera. Un piloto profesional se encarga de enseñarte cómo puedes sacar el máximo rendimiento a tu Veyron sin perder el control en ningún momento.
Para terminar, me gustaría recordar que todos los propietarios de un Bugatti pueden recurrir a los Bugatti Flying Doctors. No son doctores, pero sí mecánicos itinerantes que no dudan en coger un avión para solucionar cualquier tipo de avería sin que tengas que irte hasta los cuarteles generales de la compañía. Eso sí, no les llames si se te acaba el líquido del limpiaparabrisas porque te mandarán a freír espárragos con razón.