La crisis que atraviesa Ucrania puede atemorizar a más de una empresa que se lucra gracias a las ventas registradas en la Europa del Este. Es el caso de BMW, que no ha tardado en expresar su preocupación por lo que está sucediendo allí.
Se llegó a hablar de una Tercera Guerra Mundial, pero el ambiente ya está bastante relajado y no hay que pensar en bombardeos y ataques que nos trasladarían a una época de la historia demasiado oscura.
La devaluación del rublo causará estragos
Las medidas diplomáticas y económicas impuestas por la Unión Europea no contentarán a empresas que generan un importante volumen de ingresos tanto en Rusia como en Ucrania. La devaluación del rublo hace que para ellos sea mucho más fácil exportar, pero lo de importar se convierte en una cuestión muy delicada. Los consumidores y las empresas se ven obligados a pagar más dinero por los mismos productos, y eso, cuando hablamos de coches que cuestan decenas de miles de euros, es un problema muy importante.
El año pasado se vendieron 44.871 coches con el logotipo de BMW en Rusia, lo que supuso un 11,8% más respecto al año anterior. En los últimos años han crecido mucho allí, pero esta devaluación del rublo frenará en seco sus predicciones más optimistas. Pese a ello, no deben llevarse las manos a la cabeza, ya que el mercado ruso sigue siendo relativamente pequeño si lo comparamos con el norteamericano o el asiático.