Las pantallas táctiles son elementos que pueden simplificar cualquier función o necesidad al volante, ya que permiten almacenar tantos comandos como configuraciones sean necesarias. El uso de los botones desaparece a medida que las empresas aúnan el uso de sistemas inteligentes con interfaces Touchscreen muy similares a las que vemos en las tablets o Smartphones. No obstante, muchos acusan a estas pantallas de multiplicar las distracciones del conductor con demasiados componentes únicamente visuales. Entonces, ¿se trata de una tecnología segura para nuestros coches?
Cuando estamos en plena conducción, sabemos perfectamente reconocer todos los botones (control de volumen, teclas de emisoras memorizadas, calefacción etc…) empleando solamente el sentido del tacto. En cambio, las pantallas táctiles necesitan además una atención visual dada la desaparición de elementos reconocibles con los dedos, así como la anulación total o parcial del “idioma braille” que siempre hemos ejercitado en el salpicadero sin apartar la vista de la carretera. Aunque las pantallas táctiles se adaptan a casi cualquier necesidad, no en todas las situaciones pueden ser útiles.
Estos elementos están actualmente en el ojo del huracán de diferentes organismos mundiales, por lo que muchos fabricantes estudian cuáles son los botones que se deben incluir en las pantallas. Según explica The Herald, en Estados Unidos (hogar de muchas de estas pantallas) las directrices actuales permiten hacer tareas complejas en su interfaz siempre que el coche se mueva a menos de 8 km por hora con pulsaciones en pantalla de 10 toques cada 20 segundos. Después de varios debates, el objetivo ahora es limitar el dispositivo a 6 toques cada 12 segundos y devolver a los botones convencionales algunas funciones básicas, sobre todo el manejo de la radio o los reproductores de música.
Las pantallas táctiles navegan en un mar de dudas
Uno de los fabricantes de automóviles pionero en revolucionar los sistemas inteligentes a través de pantallas táctiles fue la americana Ford con su modelo Syn de 2011, aunque ahora parece pensárselo mejor en el desarrollo del nuevo Ford Mustang y Ford F-150 (ambos pensados para su presentación en 2015) recuperando algunos botones y comandos dada la repercusión generada alrededor de sus Touchscreen. Asimismo, ha decidido sustituir algunas opciones por comandos de voz, sobre todo en su gama de coches elaborados bajo la firma Lincoln.
En este sentido, también hemos visto algunas soluciones de la mano de Matthaeus Krenn gracias a la pantalla Tactus Technology del nuevo Tesla Model S, capaz de facilitar a ciegas las tareas en el manejo de su interfaz táctil. Apple tampoco se queda atrás y recientemente y acaba de patentar un salpicadero con tecnología “touch” que puede evolucionar para mantener la atención de la carretera.
En España, el artículo 18 del Reglamento General de Circulación cita en otras obligaciones del conductor que:
Se considera incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción el uso (por el conductor del vehículo en movimiento) de dispositivos tales como pantallas con acceso a internet, monitores de televisión y reproductores de vídeo o DVD. Se exceptúan, a estos efectos, el uso de monitores que estén a la vista del conductor y cuya utilización sea necesaria para la visión de acceso o bajada de peatones o para la visión en vehículos con cámara de maniobras traseras, así como el dispositivo GPS.
Sea como fuere, las principales marcas de automóviles continúan en su empeño de dar un toque futurista a los habitáculos del coche con pantallas táctiles, por lo que deben andarse con pies de plomo en la instrumentalización y percepción de los botones digitales, para que el número de accidentes por distracción en la carretera no acabe con años de desarrollo y muchos millones invertidos.