La propuesta más veraniega de Opel es el Cabrio, un coche que en otros mercados se conoce como Cascada. Salió a la venta el año pasado y hemos tenido la oportunidad de hincarle el diente para saber si es tan premium como dice el fabricante alemán.
Su principal característica es el techo de lona, que se abre y se cierra activado por una palanca que se encuentra alojada en la consola central. Por lo demás, en apariencia nos recuerda a un Astra Sedán, aunque sus líneas son más fluidas y dinámicas.
Diseño atractivo
Es un coche deportivo en toda regla. Podría contar con un diseño más extremado, pero creo que en Rüsselsheim han dado en el clavo. Combina deportividad y elegancia a partes iguales y te permite disfrutar de una capota de lona que se integra a las mil maravillas. El hecho de no recurrir a un techo rígido ha sido un acierto, ya que ocupa menos espacio y le permite ser más atractivo. La parte negativa es que requiere más mantenimiento y la insonorización es peor, aunque puedes incorporar un extra cuya función es la de aislar acústicamente la capota (302 euros).
Puedes elegir hasta diez colores metalizados para la carrocería y cuatro para la capota (Negro, Khaki, Mokka y Malbec). Eso sí, no puedes acceder a todas las combinaciones posibles, ya que Opel no quiere que hagas un estropicio y vayas por ahí ensuciando la imagen de un coche al que no le hace falta ser hortera para llamar la atención.
La capota se abre y se cierra en 17 segundos. Es posible hacerlo en marcha, pero siempre sin sobrepasar los 50 km/h. Para activarla tienes dos opciones: de forma manual subiendo o bajando una especie de palanca situada en la consola central o a través de un mando a distancia.
Esté con el techo abierto o cerrado, el Opel Cabrio me parece un coche muy sexy. Un coche que te comprarías para darte un capricho, para convertirte en el soltero de oro o para vivir una jubilación como te mereces. Cualquier opción me parece sensata.
Las llantas de aleación pueden ser de 18, de 19 o de 20 pulgadas. En nuestro caso eran unas de 19 pulgadas en acabado titanio que cuestan 728 euros. Con el mismo tamaño tienes otras que cuestan un poco menos, 624 euros, y por encima están las de 20 pulgadas, pero éstas se van hasta los 1.352 euros.
Interior premium
La tapicería de la unidad de prueba es la mejor tapicería que le puedes añadir a tu Opel Cabrio mientras juegas con el configurador. Es la de cuero perforado Negro Jet/Brandy que sale por 3.015 euros. También puedes elegir la de cuero perforado (1.300 euros) y la de tela, por la que no tendrás que pagar ni un euro extra.
Las costuras que encontramos en los asientos se expanden por buena parte del salpicadero. No estamos ante un Opel cualquiera, estamos ante un Opel con muy buenos acabados. En ese sentido no le tiene nada que envidiar al Volkswagen Eos, ya que se aleja de su sobriedad y no le teme en calidad.
La comodidad y el confort se apoderan de ti cuando te subes al Cabrio. El diseño ergonómico de los asientos cuida de tu espalda, lo mismo que los aproximadores eléctricos de los cinturones delanteros, ya que gracias a ellos no tienes que girar el tronco para agarrar el cinturón.
Si la temperatura es baja siempre puedes recurrir al volante y los asientos calefactados, pensados para circular en meses fríos y con el techo cerrado. Se calientan en un abrir y cerrar de ojos.
Podríamos pensar que es un descapotable con cuatro plazas muy limitadas de espacio, pero hay que decir que es uno de los más habitables de su segmento. Los asientos de la fila trasera le dan un respiro a tus rodillas, pero son demasiado verticales y no existe la posibilidad de inclinar el respaldo hacia atrás. Por eso creo que no son ideales para viajes largos y puedes pasarlo mal si el conductor se ve obligado a acelerar y frenar bruscamente más de una vez.
El maletero tiene capacidad para 380 litros. La cifra no está nada mal, aunque se reduce hasta los 280 litros cuando la capota está plegada. De todas formas, es probable que puedas colocar más de una maleta de viaje, así que también puedes pensar en él para un alquiler de coche vacacional de esos que se repiten pocas veces en la vida.
La consola central está llena de botones (uno para cada función) y ligeramente orientada al conductor. De todas formas, puedes controlar algunos parámetros desde los mandos del volante, como por ejemplo el sonido del audio, el limitador de velocidad o el manos libres.
Hay que recalcar que la unidad que probamos contaba con cámara de visión trasera con sensores, navegador, sistema de aparcamiento automático, faros bi-xenón adaptativos, suspensión adaptativa Flex Ride y paquete Drive Assist, que es el que incluye, entre otras cosas, el volante calefactado (sale por 962 euros).
Dinamismo para ondear melenas al viento
Con el motor diésel 2.0 CDTI de 165 CV y 380 Nm me divertí bastante. Va asociado a una caja de cambios automática de seis velocidades que es fina como la seda. Me enamoró la facilidad con la que cambiaba de relación sin que me enterara.
No tiene levas en el volante, pero puedes jugar con el cambio secuencial. De todas formas, lo más recomendable es dejarse llevar por el automático y preocuparse más por contemplar el paisaje a cielo descubierto.
La dirección es precisa y dinámicamente podemos hablar de un coche muy estable. Es verdad que se puede experimentar una leve sensación de subviraje, pero corregir el paso por curva es bastante sencillo. En general, me parece bastante correcto teniendo en cuenta que no es un descapotable biplaza, sino que mide casi 4,7 metros de longitud, 1,84 metros de anchura y 1,44 metros de altura.
Gracias al sistema FlexRide, puedes circular con el modo Normal, con el Tour (recomendado para viajes largos) y con el Sport. Cuando seleccionas el Sport todo cambia. A nivel mecánico se agranda gracias a una serie de reglajes para que puedas disfrutar más de la carretera.
La suspensión delantera HiPerStrut contribuye activamente a la precisión de la dirección y logra que los niveles de ruido y vibraciones sean bajos. En el eje trasero es la articulación Watt la que se encarga de tengas una mayor sensación de estabilidad.
La gama está compuesta por seis motores, tres gasolina y tres diésel. Los gasolina son el 1.4 Turbo de 140 CV y el 1.6 Turbo de 170 CV, que puede venir con cambio manual (con Start&Stop) o automático, siempre de seis velocidades. Los diésel son el 2.0 CDTi de 165 o 195 CV. Con 165 CV puedes elegir cambio manual (con Start&Stop) o automático de seis velocidades. En la versión de 195 CV el cambio es manual de seis velocidades.
Equipamiento Excellence
El único acabado disponible es el Excellence, que incluye de serie un montón de chucherías. A saber: mandos al volante, conexión USB, sistema de teléfono móvil con Bluetooth, Radio CD600 IntelliLink con doble sintonizador, dos llaves plegables, accionamiento del techo con mando a distancia, aproximadores eléctricos de los cinturones delanteros, asientos delanteros deportivos, abatibles y regulables en cuatro direcciones, guantera que se puede cerrar con llave, Easy Entry Manual, consola central con reposabrazos ajustable y 2 sujetavasos , cierre centralizado con mando a distancia, asistente de salida en cuesta, dirección asistida, Suspensión delantera HyperStruts, ABS, freno de estacionamiento eléctrico, Pack de Visibilidad (con cambio automático de luces de cruce/carretera), asistente de aparcamiento trasero, climatización digital bi-zona, faros halógenos, pilotos traseros tipo LED, tiradores de las puertas del color de la carrocería, retrovisores exteriores eléctricos y térmicos del color de la carrocería, ordenador de a bordo, volante de cuero…
Ficha técnica
Precios para España
Estos precios que podéis encontrar en el configurador del Cabrio no incluyen las ayudas del Plan PIVE, al que se pueden agarrar todas las versiones menos la 2.0 CDTI de 165 CV con cambio automático. El precio final de la unidad que probamos es de 46.181 euros.
Conclusión
Es un descapotable que cumple con las expectativas de los más exigentes. No es un Porsche 911 Turbo S Cabriolet porque mecánicamente no da para tanto, pero se acerca mucho a lo que entendemos por premium y te da la posibilidad de moverte en familia o con amigos, ya que sus cuatro plazas son bastante habitables.
Su comportamiento en carretera es fantástico e incluye de serie un sinfín de elementos de equipamiento. Es, en mi humilde opinión, un descapotable con cara y ojos con el que difícilmente pueden competir las marcas generalistas que también tienen representación en el segmento. Me refiero al Peugeot 308 CC y al Renault Mégane Coupé-Cabriolet, aunque también es verdad que éstos son más económicos. La clave está en buscar la mejor relación calidad-precio del mercado, y creo que el Cabrio debe estar en lo más alto de la lista.
Vídeo del funcionamiento de la capota
Galería de imágenes
Fotografías tomadas en Port El Masnou.