¿Cómo puedes motivar a dos pilotos veteranos que están forrados y ya saben lo que es ganar un Mundial de Fórmula 1? ¿Ofreciéndoles más dinero? Está claro que no. El mejor incentivo posible es una de las 499 unidades que se van a producir del Ferrari LaFerrari, el nuevo superdeportivo híbrido de la compañía con sede en Maranello.
Prometido para el campeón
Luca Cordero di Montezemolo, el mandamás, ha hablado con Fernando Alonso y Kimi Raikkonen para prometerles ese juguete valorado en 1,3 millones de euros que irá a parar al garaje del que consiga ser campeón del mundo de Fórmula 1. Su motor V12 de 6.3 litros de 800 CV, acompañado de un sistema de propulsión eléctrico HY-KERS, le permite ofrecer una potencia conjunta que se va hasta los 963 CV.
De esta forma quiere que los dos se peleen para volver a saborear un título que se les escapa desde hace mucho tiempo. Alonso ya sabe lo que es subirse a un LaFerrari para darse una vuelta de vértigo. De hecho, formó parte de su desarrollo a la hora de configurar los asientos y la consola central, al tiempo que rodó varias veces con él por el circuito de Maranello con el objetivo de afinar su puesta a punto.
¿Es una buena idea?
¿Creéis que es un incentivo suficiente o no es más que una forma de promocionar uno de los coches más caros de la historia? Sea como sea, estoy seguro de que a ninguno de los dos le importará tener una unidad en casa. Lo malo va a ser que se peleen en la pista y al final sea contraproducente. Tener dos gallos en el mismo gallinero es peligroso, pero si le ofreces un regalo al mejor la cosa todavía se pone más fea.