Parece que Ford está llenando su agenda de varios objetivos. Hace solo unas semanas la marca del óvalo hizo oficial su intención de lanzar 23 modelos en todo el mundo durante el año 2014, así como su aumento de plantilla para el desarrollo de los vehículos híbridos y 100% eléctricos. A estos planes se une ahora la firme promesa de alcanzar, en el año 2017, la inclusión de la tecnología start-stop en siete de cada diez coches que fabriquen.
Esta campaña pretende promover un aumento del 3,5% en la economía del combustible, favoreciendo al bolsillo del consumidor junto con los motores EcoBoost. Esta nueva tendencia de la marca comenzará a dar sus primeros resultados el próximo año, con la comercialización de modelos como el Ford Fusión, el Focus, el Explorer o el Escape (algunos orientados exclusivamente al mercado norteamericano), equipados ya con el sistema de «parada y arranque».
Este sistema no solo ahorra combustible, sino que también reduce los ruidos en ciudad, así como un descenso en el CO2 y gases contaminantes emitidos a la atmósfera.
¿Cuánto combustible ahorra este sistema?
Según los datos que reflejan los estudios realizados por el Ciclo Europeo de Conducción (NEFZ), este sistema es capaz de ahorrar un consumo medio de combustible del 5 al 8% por tanque en vehículos grandes (como monovolúmenes o todoterrenos), llegando a un 15% de ahorro en el caso de modelos pequeños.
Se calcula que un conductor se detiene hasta 12 veces en trayectos urbanos de 7 kilómetros, con un tiempo mínimo estimado en 15 segundos por parada. Aunque este dato sea variable, ya que depende en gran medida de las rutinas del conductor, el fabricante americano afirma que el aumento de eficiencia estará situado en torno al 10% respecto a los vehículos equipados sin esta tecnología.
Ford intenta de esta forma convencer al mercado americano (más reacio que el europeo respecto a este tipo de sistemas) para no quedarse atrás en el ahorro de combustible. Veremos si en 2017 cumplen su promesa.