Las distintas versiones del histórico Renault R5, fabricadas por la firma gala desde 1976 hasta mediados de los 80, fueron protagonistas de grandes éxitos en ventas, competiciones de rallyes y hasta leyendas urbanas, pero ninguno ha cosechado la misma popularidad que el icónico Renault 5 Copa turbo, al que hoy dedicamos nuestro particular homenaje.
Historia
En 1972, el bastión por el reinado de los modelos mini estaba ocupado por el vehículo más famoso de la Gran Bretaña, el mini Cooper. El diseñador francés Michel Boué, decidió entonces hacerle frente con un coche pequeño, potente y con identidad. Así nacieron los primeros R5 de Renault en 1976.
La marca francesa desarrolló hasta 1981 modelos como el R5 Alpine, (hermano del R5 Copa en España) y el Renault Gordini. Después, la tecnología turbo que Renault empleaba en la Fórmula 1, fue trasladada al modelo Alpine y posteriormente al Copa, incrementando la potencia de estos vehículos de 93 a 110 CV con motor aspirado de 1.397cc. Se había forjado un nuevo rey, el Renault R5 Copa Turbo.
Fabricado en la factoría de Valladolid, fue presentado en el Salón de París de 1981, vio su pistoletazo de salida en 1982 y culminó su éxito en 1984. La adrenalina inyectada en sus 110 CV sumado a un precio relativamente económico, logró que el Renault 5 Copa Turbo compitiese de forma directa con el Volkswagen Golf GTI 1.800.
Éxitos deportivos
El Renault 5 Copa Turbo comenzó su andadura en las grandes competiciones durante la temporada 1983, destacando en la Copa Nacional Renault. Su homólogo en competición, denominado como Renault 5 Maxi, fue el vencedor del «Tour de Corse» en manos del gran Jean Ragnotti, durante el Mundial de Rallyes de 1985.
Una leyenda urbana
En 1984 comenzó a extenderse una leyenda urbana en torno al Renault R5 Copa Turbo, una bola de nieve que se fue haciendo más grande a medida que rodaba colina abajo. La gente comentaba que, una vez superadas las 4.000 RPM en curva, el turbo saltaba automáticamente aunque nadie pisase el acelerador. Nada de esto era cierto, ya que muchos accidentes fueron provocados en competiciones ilegales y con manos inexpertas. Aun así se le apodó como «la caja de los muertos» (aunque en mi pueblo siempre será el “Copito”).
Fin del reinado
Su fama de coche peligroso, acabó con su reinado a mediados de los años 80, cuando además, el moderno Peugeot 205 GTi lo adelantaba en prestaciones y dinamismo. No obstante, ¿Quién no ha alucinado con este coche cuando era niño?