Es el objetivo que se han marcado en Alemania para 2020. Está claro que ni el ministro Montoro sería capaz de pronosticar una cifra similar para nuestro país, y mira que ha dicho barbaridades desde que ocupa un cargo importante en el Gobierno.
Martin Winterkorn, mandamás del Grupo Volkswagen, cree que llegar a un millón de vehículos eléctricos dentro de poco más de 6 años no es una locura. De hecho, ellos ahora mismo fabrican 14 modelos de propulsión alternativa, y si se ponen las pilas pueden doblar esa cantidad en menos de tres años. Teniendo en cuenta la tirada que tienen sus coches en Alemania, no es nada descabellado que esa cifra se pueda acariciar.
Lo que me hace dudar es lo poco que creen los alemanes en los eléctricos. En países como Noruega sí que apuestan por ese tipo de coches, pero en tierras germanas apenas se vendieron 4.200 unidades electrificadas en 2012. Todo ello metiendo en el mismo saco a los híbridos, que como sabéis no son eléctricos en toda regla.
Los híbridos enchufables son la gran baza
Los híbridos enchufables son los que pueden revertir la situación. Quien tiene uno disfruta de las características de un modelo de combustión de toda la vida y no tiene que sufrir tanto por la autonomía. El problema, sin embargo, pasa por hacer frente a los elevados precios de modelos como por ejemplo el Opel Ampera, que antes costaba 47.305 euros y ahora está rebajado hasta los 38.300 euros. Teniendo que pagar semejante cantidad es lógico que los consumidores prefieran un Audi A4 o un BMW Serie 3 equipados hasta los dientes. La relación calidad/precio sigue sin ser atractiva, y eso es lo que más se valora a la hora de tomar una decisión de compra.
¿Cambio de mentalidad?
Veremos si la mentalidad de los alemanes cambia para asemejarse a la de los japoneses o a la de los países nórdicos. Todo dependerá de lo que hagan las grandes marcas del país, ya que allí son de confiar en las marcas autóctonas, todo lo contrario de lo que sucede en España, donde hablamos de Seat como si fuera la peor marca del mercado.