Es solo un ejemplo más de lo mal que va casi todo en España. Aquí nos gastamos casi el doble de dinero en construir y mantener carreteras si nos comparamos con los alemanes, algo que dice muy poco de la gestión del Gobierno. El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) lo acaba de confirmar a través de un informe donde se analiza el coste de las carreteras cofinanciadas por la Unión Europea.
Entre 2000 y 2013 la Unión Europea asignó unos 65.000 millones de euros para cofinanciar la construcción y el mantenimiento de carreteras europeas. El TCE ha decidido examinar los 24 proyectos que acaparan el 62% de ese presupuesto, que son los que corresponden a Grecia, Polonia, España y Alemania.
Una diferencia brutal
En Alemania se gastan 287.000 euros por cada 1.000 metros cuadrados de carretera, mientras que en España el coste roza los 500.000 euros ¿Por qué tanta diferencia? Como hay quienes pueden decir que nuestra orografía hace que todo sea más complicado, el TCE eliminó los elementos orográficos de los países. Desgraciadamente, el resultado fue igual de negativo o más. En Alemania 1.000 metros cuadrados cuestan 87.217 euros y en España 160.694 euros. Algo está fallando.
Las previsiones de tráfico tampoco acompañan
Otro punto del informe que deja mal a España es el que tiene que ver con las previsiones de tráfico. En la autovía que une La Herradura y Almuñécar por la A7 se ha registrado un 50% menos de tráfico del que se preveía. Todo ello teniendo en cuenta que ha sido el proyecto más costoso de todos los subvencionados, ya que por cada kilómetro se ha pagado de media 4.121 euros, algo que se explica por la cantidad de túneles y puentes que se han llevado a cabo.
El quid de la cuestión
¿Por qué pasa todo esto? Es muy fácil entenderlo. En España los proyectos no se adjudican a las empresas más competitivas, sino a las que están dispuestas a negociar con los políticos de turno. La que más dinero les pase por debajo de la mesa es la que se lleva el proyecto, y eso es algo que no debería sorprendernos después de conocer toda la trama de financiación ilegal del PP a base de adjudicaciones muy sospechosas (el PSOE debe funcionar más o menos igual). No hay libre competencia para participar en los concursos (algo que también sucede en Grecia) porque solo el Ministerio de Economía decide quién puede presentarse a los mismos.