A BMW no le ha quedado otra que ampliar su gama con la Serie 4. De esta forma podrá competir con cara y ojos con el Audi A5 que tanto ha triunfado. Estamos hablando de un coupé tremendamente atractivo, aunque los más exigentes siempre piden un poco más.
Eso poco más (o mucho más, depende de quién lo analice) te lo da el paquete M. Con él hablamos de un Serie 4 todavía más deportivo tanto por dentro como por fuera.
El paragolpes es nuevo y dispone de tres tomas de aire ensanchadas. Las taloneras refuerzan la imagen de su perfil, las ventanillas cuentan con un toque negro en los marcos, los escapes son cromados, las llantas de 18 o 19 pulgadas… No se puede decir que es imposible diferenciarlo de un Serie 4 «normal».
En el interior más cambios. La tapicería tiene pinceladas de color azul y hay una franja de ese mismo tono que recorre varias partes del habitáculo como el salpicadero o los umbrales de las puertas. La palanca de cambios ha sido acortada y la luz ambiente es sencillamente espectacular. Todo ello para que los clientes más radicales se sientan orgullosos de conducir el nuevo BMW Serie 4.
