Se presenta la tercera iteración del dinosaurio de BMW, que, parece mentira, lleva ya en las carreteras casi quince años. En Europa, pocos quedan que se decanten por estos insostenibles mastodontes; las casas de coches de ocasión están hasta los topes de Touareg, Cayenne, X5, etc. a precios de ganga y no hay forma de engañar a nadie y sacárselos de encima. Pero Estados Unidos, Rusia, Emiratos Árabes y China aún tienen mucho apego a los trolebuses.
Precisamente será en Estados Unidos donde se fabrique, lo mismo que toda la gama de SUV de BMW (el X3, el X6 y el venidero X4). Por lo tanto, los motores son en su mayoría bloques enormes de gasolina, e incluso allí la única versión diesel que tendrán llegará mucho después de ponerse a la venta el coche.
Motorizaciones
Aquí los motores confirmados para el lanzamiento son sólo tres: un V8 gasolina con 450 CV (xDrive50i), un diesel de seis cilindros en línea de sobras conocido y con 258 CV (xDrive30d), y otro diesel potenciado hasta los 381 CV (M50d). Todos adosados a una nueva transmisión automática de ocho velocidades que los bávaros juran que rebaja muchísimo los consumos y emisiones. Me gustará ver a cualquiera de ellos en ciudad con tráfico denso.
Lo que BMW propone como gran noticia es la llegada de la tracción trasera al X5, hasta ahora solo disponible en el más comedido X3. Será la variante sDrive25d, evidentemente diesel y necesaria para justificar una viabilidad urbana.
Otra aportación de calado para la nueva generación es el reglaje automático de chasis, suspensiones, gestión de motor y de dirección asistida según decida el conductor. Un mando al lado del iDrive permitirá elegir entre Confort, Sport, Sport+ y Eco Pro.
Tecnología y numerosos packs
Todo, absolutamente todo el reino tecnológico electrónico de BMW estará en el X5, dependiendo de los packs que queramos incorporarle: M Sport, xLine, Luxury Line… Y también los opcionales sueltos que no están en ningún lote y se pagan aparte. Desde el head-up display hasta una consola táctil de 10 pulgadas con gráficos 3D o el Active Driving Assistant y el Active Cruise Control. La lista es inagotable, con interiores en piel blanca, gris, marrón o napa, remates en fibra de carbono o en madera natural.
El conductor podrá configurar el rendimiento de su coche todavía más si le añade el extra del Dynamic Handling Package, que puede regular y cambiar los parámetros de las barras estabilizadoras y ajustar automáticamente las alturas de las suspensiones para que el coche esté siempre nivelado. Media hora tocando botones antes de poder ponerte en marcha y conducir. Por no hablar del mareo a la hora de cambiar todos los ajustes con el coche circulando.
A España llegará en noviembre, pero como unos meses después completarán la oferta con otras motorizaciones, el modelo es 2014 y no 2013. El resto de la ofensiva mecánica serán el xDrive40d y xDrive25d en diesel, y el xDrive35i en gasolina.
Para apreciar y degustar todos los cambios estéticos del nuevo X5, ahí os dejo una holgada galería de fotos y un vídeo, para que cada uno opine lo que quiera.