Ya lo dijimos en octubre del año pasado cuando anunciamos que el Ghibli y el Levante iban a ser sus dos próximos lanzamientos. Maserati quiere llegar a las 50.000 unidades vendidas por año para no quedarse atrás. Están dispuestos a echar el cerco a un público más amplio con propuestas que no son tan caras, motivo por el cual podemos pensar que el reto de multiplicar por cinco sus ventas no es tan inalcanzable como parece.
China como prioridad
No es nada nuevo que una marca quiera volcar todos sus esfuerzos en el mercado asiático. China es muy rentable porque los ricos abundan y Maserati quiere sacar tajada. Europa cada vez importa menos y no merece la pena tirar la casa por la ventana con acciones de marketing que no van a ninguna parte.
El Ghibli será como el Quattroporte, pero más económico
Ya le echamos un vistazo y la verdad es que tiene muy buena pinta. Funcionará con un motor Ferrari diesel que está dispuesto a cumplir con las exigencias de todos los clientes que no pueden permitirse un Quattroporte. 271 CV son suficientes para divertirse.
El Levante tratará de conquistar el segmento de los SUV
Es un SUV que se sumará a la larga lista de vehículos premium que han visto la luz en este segmento tan competido. Visto lo visto, pretenden competir con el Porsche Cayenne con un SUV de talla media-grande que probablemente partirá desde los 100.000 euros. Si es mucho más caro lo tendrán complicado para ganarle la partida a los alemanes.
GranTurismo, GranCabrio y GranSport, los tres mosqueteros
Sin ellos Maserati no sería lo mismo. Transmiten los valores de lujo y deportividad a la perfección. Son los más auténticos de la gama y no desaparecerán nunca porque se venden bastante bien. Además, para 2015 han anunciado una renovación de la gama GranTurismo que irá acompañada de una pérdida de peso y una sobrealimentación del motor V8 de 4 litros, que podría estar disponible en tres potencias distintas: 460, 530 y 600 CV.
¿Un superdeportivo híbrido?
No serán los primeros porque Ferrari y McLaren se han adelantado, pero lo que no quieren es ser los últimos en subirse al carro. Los clientes más adinerados ven con buenos ojos la llegada de los superdeportivos híbridos por el hecho de ser más respetuosos con el medio ambiente y por ser distintos a los cientos de deportivos que se han fabricado hasta la fecha. Por eso Maserati podría sorprendernos con un modelo que aprovecharía varias partes del LaFerrari, como por ejemplo su chasis de fibra de carbono o el motor V12 que le permite volar.