El nuevo Golf Variant por fin parece un Golf


Ayer fue la Volkswagen Night en Ginebra, donde se reunieron todas las personas importantes para tomar cocktails y compartir antes que nadie lo que la casa expone a partir de hoy en el Salón. Empezaron dándose palmaditas en la espalda con el XL-1, el coche de los 0,9l a los 100. La buena noticia es que Volkswagen le pone agallas al asunto y arrancará produciendo 25 unidades de esta maravilla.

Pero casi todo se centró en las mil y una permutaciones del superstar Volkswagen Golf. De modo que también fue la premiere de la carrocería familiar, el Variant, que lleva arrastrándose por Europa casi veinte años. Inclinaciones personales aparte y dejando a un lado lo que cada uno piense, hay que concederles que, después de tantos abortos, éste Variant Mark VII les ha salido bonito.

Por fin parece un Golf y no luce esa luneta trasera ahuevada que parecía un pilar D pegado como un postizo con masilla. Aspecto vigoroso y líneas que insinúan un vínculo genealógico con el Audi A3 Sportback.

A por todas

Apuestan por él como nunca, ya que todo el arsenal disponible en la carrocería hatchback, también lo estará en el Variant (a la venta en verano). Motores TSI 1.2 y 1.4, TDI de 1.6 y de 2.0, cambios DSG, tracción 4Motion en los diesel, versiones Bluemotion en gasolina y diesel… Éste último presume de datos sospechosamente brillantes: 110 CV, 3,3 litros a los 100 y 87 g/km de emisiones. No se lo creen ni ellos, pero así lo venden.

Hacer una carrocería bella, al parecer, también ha reportado beneficios. El maletero ha aumentado 100 litros de capacidad. Yo, que aprecio el espacio, desde luego es un número que no me tomo a la ligera. El Variant ha saltado de los 505 litros a los 605 de capacidad hasta los respaldos traseros, con el maletero configurado de forma normal. Este plus de polivalencia le viene de un incremento de longitud de la carrocería de 30 centímetros con respecto al Golf original. Puesto que conserva la misma batalla, sería deseable que el equilibrio dinámico no se viese demasiado afectado por el estirón de la chapa.

Lo que no veremos en España

Es una lástima, pero no nos llegará aquí la enjundiosa versión TGI, es decir, la impulsada por GNC (Gas Natural Comprimido) y gasolina, otra derivación Bluemotion a partir del 1.2 TSI con 105 CV. Es lo mismo que ha ocurrido con el Seat Mii GNC. Son excelentes apuestas ecológicas que de momento sólo están destinadas a países europeos como Alemania o Italia, donde existe una red de distribución de este combustible.

Sí que estarán disponibles todas las carísimas pero alucinantes opciones de equipamiento, desde pantallas táctiles que se activan solas cuando acercas la mano hasta cinco perfiles configurables de conducción gracias a la suspensión adaptativa. Detector de fatiga, asistente dinámico para la iluminación, asistente de mantenimiento dentro del carril, lector de señales de tráfico, control de crucero automático… No hay megas suficientes en ningún servidor de internet para acumular lo que ocuparía desplegar en este artículo todas los componentes optativos del Golf. El que pueda pagar, que pague.

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