Antes de que os enamoréis del Audi TT Amplified Black tengo que deciros una cosa. Solo se comercializará en el Reino Unido y estará disponible en dos carrocerías distintas, coupé y roadster. Se podrá adquirir con todos los TT Black Edition añadiendo 700 libras más a la factura final.
Los colores disponibles para la carrocería son cuatro: naranja, gris, rojo y blanco. Sin embargo, el protagonista por los detalles es el negro, que se manifiesta en las carcasas de los retrovisores, en el alerón trasero del tipo TT RS, en las colas de escape, en el difusor, en el spoiler delantero y en las llantas de aleación de 19 pulgadas en diseño «rotor».
El acabado S-Line también está en esta edición especial, ya que la versión Black Edition lo incorpora de serie. Eso significa que los faros de xenón cuentan con luces LED diurnas, los cristales traseros están tintados y tanto la parrilla frontal como el portamatrículas están oscurecidos.
Interior y motorizaciones
En el interior se respira aluminio pulido, aunque si te decantas por el color naranja para el exterior las inserciones van a juego con ése color. Del equipamiento hay que destacar su fantástico sistema de sonido Bose, los sensores de aparcamiento traseros, la tapicería en cuero y Alcantara y la conectividad para iPod y teléfono.
Hay dos motores a elegir. El primero de ellos es un 2.0 litros TFSI de 211 CV (disponible con tracción delantera o quattro, con cambio manual o S-Tronic), mientras que el segundo es un 2.0 TDI de 170 CV que solo puede asociarse a la tracción integral.