Otro concept para Ginebra. Los de marketing airean a los cuatro vientos que están desarrollando un mini-crossover urbano. Viendo la polvareda que están levantando los utilitarios crossover como el Peugeot 2008, ellos deben haber pensado que si hacían uno más pequeño iban a descubrir el secreto de los alquimistas. Pero hay que decir que llegan tarde, porque ya existe un pintón y resolutivo Panda 4X4 en Fiat, y Suzuki tiene su Jimny. Así que, de pioneros, nada de nada.
La variante campera del Opel Adam tendrá un chasis 15 milímetros más alto y una pisada 20 milímetros más ancha, con lo cual habrá algo más de espacio en el interior.
Las ilustraciones sugieren que la carrocería se revestirá de plásticos duros, ideales para rozaduras con la vegetación que hay en las márgenes de las roderas. El frontal, los pasos de rueda, la parte baja del lateral y el parachoques trasero con la salida de escape en el centro estarán bien protegidos.
El Adam Rocks también tiene un techo de lona retráctil idéntico al DS3 y al Fiat 500C. Esto lo podremos ver en el Adam normal mucho antes de que salga el mini crossover, si es que llega a salir. Lo digo porque Opel confirmó recientemente que el Adam de ciudad tendría su versión cabriolet.
Demostrar que el Adam no conoce límites
El jefe de diseño de Opel, Malcom Ward, dijo que el concept Rocks sirve para demostrar el vasto potencial de customización y de estilos del Adam. Con este diminuto SUV, se manifiesta la miríada de personalidades que puede llegar a tener el urbanita.
Y precisamente ése creo que es su defecto. Ya lo hemos comentado otras veces. Las opciones interminables y los miles de packs no son ni serán nunca una compensación en un coche que tiene un precio demasiado elevado para la pobreza mecánica que ahora mismo exhibe. Y hasta que no lleguen los nuevos motores al Adam, en esta primera fase de comercialización no me parece un coche recomendable. Mucho antes me quedo con un Corsa tres puertas.