El “Serie 3” de Lexus, el IS, ha sido muy anticipado en la prensa y está realmente pensado como un misil rastreador: el objetivo en el punto de mira son los A4, el ínclito Serie 3 y el Clase C. Los va a perseguir por más maniobras evasivas que hagan, y terminará por derribarlos.
Tal vez eso no suceda en Europa de buenas a primeras, pero como ahora todo es tan global, habrá que sacar números de venta mundiales al final de su primer ejercicio fiscal. Cuándo será eso, aún está por anunciar, tal vez en algunos mercados la tercera generación de un coche que sigue exactamente igual que en 2008 comience a venderse a mediados de este año, pero su despliegue total no será hasta el 2014. Y de precios aún no se sabe nada. Por lo demás, ya lo conocemos a fondo con su puesta de largo en Detroit.
Recién os hemos enseñado el nuevo Infiniti Q50, estrenando denominación, plataforma, motores y hasta la última pieza de los intermitentes. En Estados Unidos el público no está tan empecinado por las berlinas medias alemanas. Así que los japoneses juegan duro y se abren paso como navíos rompehielos.
El Infiniti tal vez contenga trazas de señorío y aplomo, pero el Lexus es simplemente agresivo y espectacular. Tracción trasera o integral, los ingenieros están convencidos de un dinamismo rayano a la perfección.
Gama e ingeniería
Dos motores gasolina V6, un híbrido y en Europa un diesel. Las especificaciones que se han expuesto en Detroit son obviamente las dos de gasolina. La primera es el IS 250, con un propulsor de 2.5 litros y 200 caballos. Y la segunda, el IS 350, hereda del descomunal GS 350 su atlético corazón de 3.5 litros y 306 caballos.
Elijas la tracción que elijas, el cambio es un automático de ocho relaciones con levas. En el IS 350, el cambio equipa un enjundioso gadget: el G-Force Artificial Intelligence System. Es un controlador que cambia automáticamente las marchas en función de las fuerzas G que mide al tomar las curvas. De esta manera, las revoluciones y la entrega de potencia siempre son las óptimas. Ya os lo decía, todo está pensado para una perfecta performance, una conducción sobre raíles y endiabladamente rápida.
La nueva plataforma eleva los límites de agarre a la carretera al alargar la batalla e implementar materiales con mayor resistencia torsional. La comunicación entre coche y conductor también busca una conexión directa. De ahí la elección de la suspensión: brazos transversales dobles delante, y ejes multilink detrás.
El interior del habitáculo, incluyendo su cuadro de instrumentación completamente digital, está inspirado en el supercar Lexus LFA. De modo que todo está orientado hacia el piloto. Los parámetros que se pueden ajustar son múltiples y están englobados en los programas ECO, NORMAL, SPORT (y en el IS 350 también SPORT+). Infoentretenimiento de última hornada, con asistente de mantenimiento en carril, control de ángulos muertos, lectura de señales de tráfico, estado actualizado constante de la circulación y del clima… 10 airbags completan la dotación de serie.
Iremos completando toda esta información a medida que la división de lujo de Toyota vaya desvelando datos.