En abril ya os lo desvelamos casi todo de él, cuando apareció por el Salón de Nueva York. Así que esto es más una actualización de la información, porque ahora conocemos precios, gama y disponemos de un buen arsenal fotográfico.
Hoy tenemos el día Chrysler, lógico si la semana que viene empieza el Salón de Detroit. Ya hemos hablado esta mañana del Dodge Dart GT y ahora toca hablar de otro Dodge, el Viper. Aunque éste en concreto no es un Dodge… Bueno, sí que lo es, pero hay que explicarlo un poco.
SRT (Street Racing Tecnology) comenzó siendo una empresa de preparaciones deportivas que se especializaba en modelos de las marcas de Chrysler. Pero les meten mano tan a fondo que al final el coche que sale no tiene nada que ver con el original. Así que Chrysler decidió que SRT fuera en sí misma una marca bajo su paraguas, y que pudiera elegir con total libertad sobre qué vehículos trabajar dentro del elenco del fabricante americano. Por eso, se puede decir Dodge Viper SRT, sí, pero siendo escrupulosos, es más correcto decir SRT Viper a secas. Porque no luce el logo del carnero de Dodge, sino la serpiente retorcida de SRT.
El SRT Viper no había sido modificado desde el 2010 y en esta nueva generación las mutaciones de su ADN han sido bastante más profundas, es decir, que ahora está todavía más lejos del Dodge Viper corriente. Los datos ya los conocéis, no vale la pena reiterarnos: V10 atmosférico de 8.4 litros con 649 CV, tracción trasera y cambio únicamente manual.
Magnesio y fibra de carbono se extienden por doquier en su plataforma y carrocería, confiando los frenos a cuatro discos ventilados y perforados de 352 milímetros de diámetro y cuatro pistones. Todo made in Brembo.
Gama estructurada en dos escalones
La gama final que sale a la venta en semanas la componen la versión “normal” y la GTS. Éste último escalón del SRT añade una suspensión activa con dos posiciones, que deben llamarse “rompe riñones” e “infernal”. El sistema dual de amortiguación es Blistein. El interior del GTS es de cuero, kevlar y fibra de vidrio. La última diferencia está en las llantas Venom que pueden venir con acabado en grafito pulido, negras mate, y negras Hyper brillantes.
El SRT Viper vale 76.700 euros (97.935 dólares), mientras que el SRT Viper GTS sube hasta los 94.800 euros (120.395 dólares).
A los que os ha gustado el Dodge Dart GT, os contaré un chisme al oído: habrá un SRT Dart el año que viene.