Es un restyling que estará en los concesionarios a partir de marzo. Por fuera, un poco de cirugía estética para que siga siendo fresquito y elegante. Pero BMW lo que busca son nuevos conductores. Desde luego, a nadie le amarga un dulce, y hay potenciales clientes a quienes les encantaría el coqueto biplaza de los bávaros, pero que se pierden porque su gama de motorizaciones y precios no están a su alcance.
A lo mejor, por eso muchos de ellos optan antes por un MX-5 o simplemente renuncian al formato roadster. Así que podríamos decir que el nuevo Z4 es una maniobra con ciertos signos de inteligencia comercial por parte de la marca y de flexibilidad delante del descalabro monetario.
De tal guisa, la gama, que por supuesto sigue siendo exclusivamente de gasolina, se amplía como os indico aquí.
Motor 2.0, cuatro cilindros y con turbocompresor de doble admisión Twin Scroll
– sDrive18i 156 CV
– sDrive20i 184 CV
– sDrive28i 245 CV
Lo curioso es que las tres escalas de potencia homologan exactamente el mismo consumo, 6,81 litros a los 100. Y también las mismas emisiones, 159 g/km de CO2. Algo no cuadra, y ya sabemos que estos números siempre son más falsos que un euro con la cara de Popeye.
Motor 3.0, seis cilindros con dos turbocompresores independientes
– sDrive35i 306 CV
– sDrive35is 340 CV
Sea cual sea el propulsor o su caballaje, los ingenieros se las han pergeñado para que todas las variantes cumplan con la inminente norma anticontaminación Euro6. Las cajas de cambios pueden ser manuales de seis velocidades o la nueva transmisión automática de ocho relaciones que ahora montan los Serie 1 y los Serie 3. Al que hay que darle de comer aparte, es al tope de gama, el sDrive35is, pues los 340 CV únicamente se pueden gestionar con una caja de cambios de doble embrague y siete marchas.
Por descontado, un restyling hoy en día implica una amplia variedad de colores nuevos para la carrocería y acabados para los interiores, más paquetes opcionales, entre los que no falta el “M” y, se me olvidaba, unas imperativas luces diurnas con LED.
No se sabe el precio que tendrá en España, pero en Inglaterra el nuevo y más mundano 156 CV partirá de los 33.915€. Es carillo, pero hay que contar que un techo duro retráctil siempre dispara un poco las cuentas. De todas maneras, tal y como yo lo veo, si te gusta el coche es momento de ir al concesionario a por las últimas unidades antes del restyling, seguro que les puedes apretar más las tuercas y llevarte un descuento que compense.