Fabricado aquí en casa, y con lo poco que lleva entre nosotros ya se vende en 40 países. Recientemente se ha anunciado que en Londres sustituirá a los clásicos taxis Black Cab y que en Nueva York también campará como tal, ahora que los americanos se están poniendo fuertes con las normas anti-polución. No sé si Nissan pensaba en que este económico y funcional vehículo se iría convirtiendo poco a poco en un taxi mundial, pero el caso es que a partir de enero también estará homologado en la Ciudad Condal como una alternativa más para el gremio de los taxistas. Y tendrán que ampliar plantilla contratando a más operarios en la planta, cosa que nos alegra.
Cabe decir que las versiones inglesas y americanas han tenido modificaciones mucho más profundas y trabajadas que la que se verá por Barcelona con las pinturas amarilla y negra, pero supongo que aquí Nissan ha tratado de reducir el presupuesto al máximo, dado el chaparrón que nos está cayendo. Así que se postula como una opción asequible, amplia y fiable.
Montará el motor 1.5 dCi de Renault con 110 CV, de consumos contenidos y de funcionamiento solvente, y tratará de sacar ventaja sobre otros modelos de taxis gracias a un amplísimo espacio para transportar equipaje y enseres. En cuanto a la comodidad de los cuatro pasajeros que puede albergar, no destacará, pues el interior es bastante simplón y no tiene ni reposabrazos ni otros dispositivos de confort como salidas traseras de climatización.
Muy funcional y pocas florituras
Para el conductor tampoco habrá muchos privilegios. Dadas las exhaustivas jornadas de trabajo que tienen los taxistas, el no poder contar con un cambio automático puede ser un lastre. Sobre todo ahora que la mayoría de los que se dedican al oficio se están enamorando del Prius y su conducción relajada.
En el lado de lo positivo están las puertas deslizantes, que ayudan a evitar sustos a la hora de apearse del vehículo, y la plataforma lateral extensible para subir y bajar con comodidad. También cuenta como punto a favor la postura elevada de conducción; los taxistas suelen terminar con fuertes dolores de espalda y una posición más recta puede ser menos molesta a la larga además de ofrecer mejor visibilidad.
A finales del año que viene, Nissan quiere lanzar su NV200 en versión eléctrica. El Ayuntamiento de Barcelona está ampliando la red de puntos de recarga a pasos acelerados. Pero dados los kilómetros que hacen los taxistas al cabo del día, no veo muy factible que cada ciento y pico de kilómetros haya que pararse un puñado de horas para recargar. Creo que harían mejor en adaptar el motor para poder funcionar con GLP o con Gas Natural Comprimido.