Renault y Nissan piensan en coches muy baratos para mercados emergentes


Los fabricantes de coches quieren llegar a todos los mercados que existen. La crisis y la globalización les ha cambiado la forma de pensar. Ya no pueden contentarse con abastecer a los mercados de toda la vida, ahora tienen que buscarse las castañas lejos de donde radican sus sedes y sus fábricas más antiguas.

Ése es precisamente el caso de Renault y Nissan, dos compañías que tras su alianza quieren salir del bache en el que han llegado a meterse. Lejos de partirse la cara en mercados tan de moda como el chino o perder el tiempo en Europa, sus directivos han pensado que lo mejor es expandirse por mercados emergentes como los del sudeste asiático, el norte de África o Sudamérica.

El conglomerado franco-nipón tiene las cosas muy claras: fabricarán dos modelos, uno que costará 5.000 euros y se venderá en 2014 y otro que costará poco más de 3.000 euros. Ambos serán fabricados en la India para abaratar costes al máximo, y desde allí serán enviados hacia los mercados donde los consumidores tienen un poder adquisitivo muy bajo (dentro de poco los veremos por España como la cosa siga así).

Barato, sí, pero… ¿seguro?

El modelo más barato, que es probable que se empiece a vender en 2016, tiene un problema muy importante. Les va a costar mucho mantener un precio de poco más de 3.000 euros con un nivel de seguridad «suficiente». Ésa es la palabra que han empleado desde Renault-Nissan para definir la seguridad que tendrá el coche. De 5 estrellas EuroNCAP ni hablar. Para ponerse a temblar la verdad… Ya me imagino el anuncio del modelo en televisión: «Tiene maletero que se abre y se cierra, las ventanillas se pueden bajar con una maneta, incluye cinturones de serie y hasta se pueden activar las luces largas».

Nissan, Renault,
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