Las matriculaciones en España no las salva nadie, todo el 2012 bajando a razón de un 11,9% con respecto al año pasado. Pero hay un nicho que a ningún fabricante se le escapa y que es el único que está resistiendo a la recesión. Son los utilitarios más pequeños, los del segmento A. Las ventas de los más urbanos y ecológicos son las únicas que han crecido un 14,7%. Observando desde lo alto, se ve cómo todos los compradores de compactos se han vuelto tránsfugas alineándose a este tipo de vehículos y comprendiendo que tal vez no necesitaran un coche tan “grande”.
En Japón ya hace mucho que plantearon un tipo de vehículo pequeño como un Fiat 500 y completamente cuadrado para aprovechar bien su espacio interior. Era la mejor manera de luchar contra el tráfico saturado y la polución. Son los denominados Kei Car. En españa Nissan se trajo al Cube como una excentricidad, pero no es exactamente un Kei Car porque es tiene el tamaño de un vehículo industrial y, además, la forma no ha cuajado para nada. Pero echemos un vistazo al nuevo Honda N-One.
El depósito va debajo de los asientos delanteros, sistema que Honda ha patentado, y el pequeño motor es un tres cilindros de 658 cm cúbicos con turbocompresor y 64 CV. La estructura del chasis es de las denominadas “sandwich”, como los Smart o la anterior Clase A de Mercedes. Esta estructura propicia formas poco lustrosas, pero a nivel de ingeniería permite hacer de todo sin tener que ocupar espacio. Este Honda N-One se puede pedir incluso con tracción total y su caja de cambios es automática.
Los Kei Car europeos
Los fabricantes europeos no van a tardar en imitar estas iniciativas, comprimiendo todavía más los precios de unos utilitarios micro que ahora tienen demasiadas ínfulas de glamour como para ser baratos. Pero ya hicimos eco aquí de un análisis del rotativo alemán Der Spiegel con la siguiente sentencia: “la estrategia necesaria es hacer un coche que tenga un coste entre los 6.000 y los 8.000 euros”.
España es un mercado lowcost que necesita estos Kei Car. De hecho, ya tenemos algunos adaptados a nuestros gustos de diseño, como el Seat Mii o su homólogo, el Skoda Citigo, por mentar los últimos y más modernos que han aparecido aquí. Pero aún no han entendido lo del precio, para darse cuenta del error no hay más que mirar cuánto cuestan estos dos modelos o un Opel Adam.
Además, en Japón estos coches tienen otras ventajas fiscales para incentivar su venta, mientras que en España lo único que te quitan es el impuesto de matriculación.