Los americanos son unos genios en cuanto a emprender negocios a partir de ideas surrealistas. Jonathan Dandrow y su empresa No Limits han desarrollado este invento que ciega completamente al radar en el momento en que dispara la foto, así que la imagen que se encuentran en la oficina de control de tráfico es blanca como un fantasma, y te vas de rositas sin multa.
Igual que los inhibidores de radares en carretera, el uso de este dispositivo en España está totalmente prohibido, pero en Estados Unidos están muy arraigadas las ideas de libertad de mercado para vender lo que sea. El inventor también dice que su uso es por una reivindicación de la privacidad y de la libertad individual. El cacharro se vende por 350 dólares (unos 272 euros). Claro que luego hay que hacer artesanía pura en la carrocería para integrarlo bien y que no se vea nada raro a simple vista, y esto ya es otra suma de dinero aparte.
El artilugio acaba siendo rentable, eso seguro, a menos que los agentes de tráfico, ya sean americanos o españoles, te paren y descubran el pastel, porque entonces la broma te puede salir cara.
Si todos los radares de España estuvieran en los llamados puntos negros y no hubiera ni uno solo que atufara a afán recaudatorio, ni me plantearía un invento así. Los radares previenen muchos accidentes, es un hecho que se prueba día a día. Pero hay unos cuantos colocados a mala fe. Y contra ésos, el NoPhoto me parece una simple autodefensa del ciudadano.
Su funcionamiento
El NoPhoto consiste en un sensor óptico y un microprocesador. Cuando el sensor detecta el flash de la cámara del radar, lo analiza e identifica su frecuencia de disparo. Entonces el portamatrículas emite en las fracciones de segundo precisas unos destellos de flashes xenon, y la imagen que le llega al radar está sobreexpuesta y quemada completamente.
Pero cuando tienes imágenes, sobran las palabras. Aquí tenéis dos fotos seguidas donde se ve cómo actúa cuando está apagado y cuando detecta un flash.
Además, os adjuntamos un educativo vídeo sobre su funcionamiento. El que se lo quiera comprar, que visite su web.