La situación de las empresas productoras de automóviles sigue siendo muy delicada y la cosa no parece mejorar con el paso de los días. En estos momentos, es habitual ver como muchas empresas deciden echar a muchos trabajadores para ajustar sus plantillas a una producción que ya no es tan elevada como la de hace unos años.
El último caso se ha dado en Suzuki. La marca japonesa despedirá a 1.179 trabajadores de un total de 5.523 que actualmente trabajan en la fábrica que está ubicada en Budapest, la capital de Hungría.
El motivo es el que ya hemos comentado muchas veces. Para este año tenían previsto fabricar 300.000 coches y sólo produjeron 282.000. Si tenemos en cuenta que la tendencia es negativa, normal que para producir 210.000 unidades (las que se harán en 2009) se hayan visto obligados a recortar la plantilla. La medida empezará a adoptarse a finales de este año y concluirá en febrero del año que viene.