Greenpeace se la tiene jurada a Volkswagen desde hace mucho tiempo. Les acusan de ser un lobby con un poder inmenso para bloquear las iniciativas legales europeas en favor de las reducciones de emisiones contaminantes de los coches. Ayer la volvieron a armar en la presentación del Golf MKVII en París.
Siempre con pacifismo, se dedicaron a pasear banderas con el logo de Volkswagen invertido y a repartir hojas informativas sobre la cara oculta del grupo VAG. Engancharon pegatinas a los Golf expuestos y se esposaron a los volantes de los coches. El desalojo de los voluntarios y manifestantes de Greenpeace también se llevó a cabo con toda normalidad y sin necesidad de violencia. Pero la organización ecologista les emborronó bien la fiesta a los germanos.
La mejor muestra que hay de este suceso es un vídeo de los reporteros de Dailymotion que os hemos querido enseñar aquí: pertenece a una acción idéntica pero que ya llevaron a cabo en el paso salón de Ginebra. Y también un anuncio de Greenpeace en el que se parodia a aquel tan famoso del niño disfrazado de Darth Vader. Es para que veáis que la cosa ya viene de largo.
Ayer se ensañaron sobre todo con el Golf Bluemotion, porque Greenpeace asegura que si Volkswagen ha de ser un referente en la automoción mundial, deberían haber hecho que este modelo ecológico consumiera menos y emitiera menos gases. También les acusan de estar retrasando muy premeditadamente el lanzamiento de híbridos y eléctricos.
El que estaba hablando en la conferencia cuando comenzó la protesta era Ulrich Hackenburg, que intentó salvar los muebles con diplomacia: “el Golf es el coche más económico y eficiente de su segmento, y estamos agradecidos de que Greenpeace lo reconozca con su presencia, opinando sobre nuestros productos y tecnologías”.
Ulrich, di lo que quieras, majo, pero os dieron un buen mamporrazo en los dientes.