Ya nos pueden coser a multas que no aprendemos. El RACE advierte sobre un insensato incremento del uso del teléfono móvil mientras se conduce. Llamadas, SMS o Whatsapp: no dejamos el terminal quietecito ni un momento. Por eso me gustan tanto aplicaciones como el Drive First que os enseñamos hace un tiempo. Porque la cosa va en serio. El estudio de Real Automóvil Club de España saca a flote que el año pasado 136.800 conductores fueron multados y que en los últimos tres años 141 personas se quedaron sin permiso de conducir por usar el teléfono mientras conducían. Los que peor lo hacen, según este estudio, son los madrileños y los andaluces.
Y hay que mandarles un tirón de orejas. No es por el dinero que les sacan. Es que el informe dice que estas distracciones al volante han pasado a ser la primera causa de mortalidad en las carreteras. En el 2010, fueron casi 33.000 accidentes con víctimas.
El RACE insiste en que las carreteras convencionales son las que tienen un mayor número de siniestros y una mayor mortalidad, y que a la zaga le siguen las autopistas. Las calamidades más normales que se producen son salidas de carril, choques con otros vehículos y atropellos.
El problema es que los números no me salen. El informe adjunta una encuesta a 1.400 conductores. Sólo un 16% reconoce que ha usado alguna vez el teléfono mientras estaba al volante. Me da en la nariz que deberían ser muchos más.
El RACE persevera en sus consejos de no usar el móvil ni grabar vídeos o hacer fotos con él mientras se conduce. También en que se utilice un manos libres si es que hay que atender una llamada urgente. Pero la única cosa que nos va a llevar a pensárnoslo dos veces es que la sanción son 200 euros y la retirada de tres puntos en el carnet. Somos así…