Ya es un hecho. BMW tendrá un tracción delantera (primer delito de traición) y será un monovolumen compacto al más puro estilo Mercedes Clase B. Los rumores apuntan a que lo presentarán al público en el próximo Salón de París, y rumores más inciertos todavía dicen que podría venir con una versión híbrida. Supongo que cada marca comete sus torpezas, pero esto es crónica de una muerte anunciada.
La plataforma sería la del próximo Mini que teóricmente conoceremos el año que viene; una plataforma más grande y más liviana. La línea del Serie 1 GT poco o nada tendrá de estilizada. Será un coche alto que busque la practicidad y el espacio interior. Que es lo mismo que decir que será feo. Se mantendrá bastante al margen de la Serie 1, puede que ni comparta la mayoría de sus mecánicas porque no se corresponden con su filosofía. Enfocado a la ciudad y a que lo llenen de bolsas cuando vayan con él al supermercado.
Lo que nos podíamos esperar y lo que ha sido
Que BMW estaba estudiando la posibilidad de lanzar un tracción delantera ya viene de largo. Pero todo apuntaba a que sería un coche de segmento nuevo para BMW, que sería un utilitario asequible y con consumos y emisiones frugales. Plantear esto en un utilitario no creo que hubiese levantado ampollas entre los acérrimos a la marca; quedaría como anécdota. Pero nadie se esperaba esto. Es algo muy personal, pero ¿quién quiere un BMW feo?
Toda esta información proviene de la publicación Autoexpress, y hay un montón de detalles que BMW no ha corroborado. Así que estamos especulando, pero las imágenes no engañan. Este bicho existe y verá la luz, pues las pruebas dinámicas en carretera ya están muy avanzadas.
Las dos únicas cosas que son realmente loables en este proyecto es que se planteen la opción híbrida y que hayan desarrollado también un nuevísimo motor diesel de tres cilindros turboalimentado que rinde nada menos que 100 CV. Dos avances en la ingeniería y un craso error en la marca. Ya digo que es muy personal, pero así lo veo yo.