Nosotros os hemos venido avanzando detalles de este coche prácticamente desde finales del año pasado, cuando empezaron a mostrarse concepts y comenzó el clásico chorreo de rumores que antecede a un lanzamiento de esta guisa. Toyota dijo que lo tendría en los concesionarios en mayo, pero la presentación se hizo la primera semana de este mes en Ámsterdam y es ahora, con algo de retraso, que ya se puede comprar. Mucho ojo con este coche, porque puede darle la vuelta al mercado de los híbridos antes de que nos demos cuenta.
Todo el concepto del coche es en sí mismo una revolución. Empezando porque cuando lanzaron el nuevo Yaris medio mundo respiró aliviado al ver que habían eliminado la feísima disposición central de los mandos, y porque el Yaris había dejado de ser un huevo descafeinado y soso. Ahora es un coche bonito y tiene algo de pasión. En segundo lugar, el híbrido se ha situado como el tope de la gama en potencia. Son cien caballos ni más ni menos para un coche de ciudad.
Los números cantan por sí mismos
El consumo también ha desbancado al diesel casi un litro por debajo en circulación urbana. No paga impuesto de matriculación, no tiene embrague, ni motor de arranque, ni alternador, ni correa de distribución. Imagina todo el ahorro que supone en costes de averías. Tiene tres años de garantía total y cinco para todo el sistema híbrido. Cuesta sólo mil euros más que el diesel tope de gama, con lo cual, a los 44.000 kilómetros de circulación por ciudad ya tenemos amortizado el sobrecoste. Así de claro: ya no hablamos de eliminar los benzopirenos y otras partículas sólidas que emite el diesel; ya no hablamos de tener una conciencia verde. Ahora los números salen redondos, y encima te llevas un coche potente y que tecnológicamente está dos o tres pasos por delante del resto.
¿Utopía?
Recuerdo muy bien que hace cinco años Toyota anunció a bombo y platillo que tendría un híbrido en cada segmento del mercado. Aún corría por las calles la tercera generación del Prius y Honda sólo tenía el carísimo e injustificable Civic en versión semi-eléctrica. Más de uno se dijo entonces que era una utopía. Pero llegó el cuarto Prius, y luego el Insight de Honda, y luego el CR-Z, y luego el Auris HSD, y luego el Lexus CT-200H, y luego el utilitario Jazz híbrido… El último golpe lo asesta Toyota con la réplica al urbanita de Honda: un Yaris HSD. La batalla entre los dos mastodontes nipones ha acelerado a la velocidad de la luz el desarrollo de esta tecnología.
En agosto llegará el Prius monovolumen. A Toyota sólo le quedará la berlina para transformar la utopía en realidad palpable.