El ídolo de las adolescentes de todo el mundo es, además de cantante, una persona ecológica. Porque Justin Bieber conduce un Fisker Karma, un coche eléctrico, aunque, eso sí, un vehículo al alcance de pocos bolsillos. De bolsillos como los de su manager, el ‘culpable’ de este regalo que recibió el artista como obsequio por su onomástica de 18 años de edad. Lo recibió durante su participación en el programa de televisión el ‘Show de Ellen’.
Este deportivo no es el primero que el artista guardará en su garaje. Ya cuenta con unos cuantos más, a cual más modélico en su precio. Y este, el Fisker Karma no es una excepción: su coste en Europa es de unos 62.000 euros como mínimo; en Estados Unidos, unos 88.000 dólares. No es para menos, puesto que el proyecto ha sido muy costoso y su fabricación aún más. Por cierto, ésta se realiza en las mismas instalaciones de Porsche. Pero vayamos a las características, por si alguno se anima a compartir coche en la distancia con Justin Bieber.
El Fisker Karma es un deportivo de alta gama; con cuatro plazas; dos motores eléctricos (más uno de gasolina), 80 kilómetros de autonomía, y cuyas baterías se recargan en unas seis horas, aunque gracias a su techo fotovoltaico transparente puede absorber energía solar; si no lo recarga, no te preocupes, para eso está el motor de gasolina, capaz de generar electricidad) extensibles a 402 kilómetros. Si se funciona sólo con el modo eléctrico (Stealth) la velocidad máxima se queda en 153 kilómetros por hora; en el modo Sport, con gasolina como fuente eléctrica, la velocidad asciende hasta los 200 kilómetros hora. La carrocería es construida en aluminio, siendo altamente resistente a los impactos debido a la aleación empleada de este material. E interiormente, como ves en las fotos, todo tipo de comodidades, partiendo de sus asientos de cuero. Un coche eléctrico, ecológico, pero sin nada que envidiar a cualquier otro deportivo.