En un post anterior habrás podido leer a cómo se cotizan las ayudas en la compra de un coche ecológico y posiblemente verás que muy pocos compradores se hacen eco de estas subvenciones. El vehículo ecológico no engancha en España. Busquemos una alternativa: montemos unos neumáticos ecológicos, ya qye también se ahorra combustible, sobre unos 120 euros cada 15.000 kilómetros para ser más exactos. Es decir, se emitirían 160.000 toneladas menos de gases contaminantes a la atmósfera. Y, por cierto, las características respecto al neumático tradicional son idénticas.
La implantación de los neumáticos ecológicos está aún en una fase casi embrionaria, como demuestra que hasta este próximo 1 de junio de 2012, no será obligatorio, por normativa de la Unión Europea, comercializar estos rodamientos con unas etiquetas reglamentarias donde queden expuestas todas las características básicas de los mismos, como el agarre en suelos mojados o el ruido que emite ese coche. Lo que está claro es que progresivamente serán los neumáticos que copen el mercado. Los datos económicos, además de los beneficios ambientales, son un gran sostén: 120 euros por persona en gasolina cada 15.000 kilómetros, 90 millones de litros en tres años y las comentadas 160.000 toneladas de dióxido de carbono que se ahorran de lanzar al cielo.
La duda surgirá entorno a la seguridad: ¿serán iguales a las tradicionales? Las grandes marcas aseguran que sí, que el vehículo mantendrá las mismas prestaciones de seguridad en cualquier superficie, al tiempo que serán igual de resistentes a las actuales. Nada porque preocuparse. De hecho, algunas marcas aseguran que mejorarán la tracción del automóvil y su capacidad de adaptarse a todos los terrenos, ya estén secos o mojados. Y España también está involucrada en esta carrara a favor del medio ambiente: una fábrica de Zaragoza fabricará sílice como uno de los compuestos de estos neumáticos ecológicos.