El Partido Popular está tramando algo que a la mayoría no le hará ni chispa de gracia. Resulta que Mariano Rajoy y los suyos están estudiando la posibilidad de colocar peajes en toda la red de autovías españolas, algo que justificarían alegando que necesitan recibir más ingresos para poder mantener en condiciones la red de carreteras españolas.
El 80% de las autovías que hay en España son en estos momentos gratuitas. El coste anual de mantenimiento de todas estas carreteras es de 1.500 millones de euros al año, cantidad que podría ser recaudada por duplicado si el Gobierno decide instalar esos peajes que amenazan a nuestro bolsillo. La cuestión está en decidir si ese mantenimiento debe pagarlo todo el mundo o únicamente las personas que hacen uso de las carreteras.
El RACE y AEA creen que ya pagamos demasiado por el uso de las mismas, pues a día de hoy el automóvil sufre hasta 20 impuestos diferentes. Eso significa que si lo de los peajes llega a ser una realidad los que las utilicemos pagaremos dos veces por ello.
En estos momentos la incertidumbre es máxima. Esa medida no sólo podría afectar a los españoles, sino que los extranjeros también verían en ella una pega más para desplazarse a nuestro país para disfrutar de sus vacaciones de sol y playa. Eso, inevitablemente, se convertiría en una desgracia para el país, pues no hay que olvidar que el turismo es el único sector que parece seguir viento en popa, el que desde siempre ha servido para nivelar la balanza comercial de nuestra poca productiva patria.