Durante la celebración del Salón de Frankfurt nos enteramos de que el Volkswagen Polo iba a contar con un paquete denominado R-Line que iba a darle más deportividad estéticamente hablando, algo que también sucede con el resto de modelos de la marca que lo reciben.
Los cambios los encontramos principalmente en las llantas, los faldones de diseño deportivo, el pequeño difusor con salida de escape cromada, las luces diurnas y el alerón trasero sobredimensionado. Además, también está disponible el paquete R-Line Plus que añade mejoras para el interior como por ejemplo el volante tapizado en Alcántara, los pedales de aluminio o los asientos más deportivos.
El paquete R-Line tiene distintos precios en función del acabado elegido. Con el Highline cuesta 1.010 euros, mientras que con el Confortline se dispara hasta los 1.450 euros. El coste añadido del paquete R-Line Plus oscila entre los 450 y los 850 euros.
Lo más increíble de todo es que el paquete podrá ser incluido con cualquier motorización. Eso significa que no hará falta tener un GTI para parece que se está conduciendo un Polo deportivo. Eso seguro que dolerá a muchos de los que se gastan un dineral en las versiones más agresivas sólo para aparentar. Dolerá a los que ya tienen la suya en el garaje de casa, porque los que todavía no la tienen se irán de cabeza a por esta nueva posibilidad con la que se ahorrarán un buen puñado de euros.