Según un estudio realizado por la Universidad de Umea (Suecia), las mujeres tienen una probabilidad tres veces superior de sufrir un latigazo vertical en caso de accidente. Esto es así porque los maniquíes empleados en las pruebas de choque (dummies) están construidos pensando en conductores de sexo masculino, así que lo hemos podido saber hasta ahora.
La clave está en la posición del asiento y el respaldo
Por norma general, las mujeres se colocan el asiento de diferente manera a la hora de conducir: suelen regular el respaldo en posición más vertical, se acercan más al volante y elevan más el asiento. Todas estas regulaciones no se tienen en cuenta a la hora de elaborar los test de choque, pero son determinantes a la hora de registrar las consecuencias derivadas de un accidente de tráfico.
Mientras que algunos apuntan como responsable al machismo a la hora de hacer el diseño de los asientos (no teniendo en cuenta que las mujeres normalmente son más bajas y menos corpulentas), otros opinan que el problema es que muchas mujeres no saben regular bien sus asientos para llevar a cabo una conducción segura. En cualquier caso, la polémica está servida y creo que no merece la pena enzarzarse en discusiones sin sentido.
Mientras tanto, los expertos avisan de que el espacio entre la cabeza y el reposacabezas tiene que ser como mucho de 5 centímetros. Gracias a ello, podemos reducir el riesgo de lesión en un 50%, así que merece la pena tenerlo en cuenta.