Crashvertise es un modelo de negocio que ha nacido con la unión de dos palabras. De un lado crash, que significa accidente, y de otro lado advertise, que significa publicidad. Rápidamente y uniendo los dos términos, es fácil darse cuenta de que la idea consiste en anunciar a empresas justo donde se ha producido un accidente. Evidentemente, podemos decir que sobrepasa los límites de la moralidad, o por lo menos para mí creo que es una práctica que debería prohibirse.
Los fundadores de esta iniciativa pensaron que sería buena idea que una marca se publicitara en un accidente, pues no olvidemos que son muchos los curiosos que se acercan hasta el lugar del impacto cuando se produce uno. Es más, las interminables colas de la autopista suelen venir propiciadas por la curiosidad de quienes pasan justo al lado del coche o los coches accidentados.
El funcionamiento es muy sencillo:
1- Elegir el spot correcto
2- Ser creativo con la campaña publicitaria
3- Salir del coche con el chaleco puesto e indicar el punto en el cual se ha producido el accidente
4- Permanecer en el lugar con la publicidad a cuestas
5- Grabar el momento con fotos y con un vídeo y colgar todo ese material en Twitter, Facebook y YouTube para incrementar la repercusión
6- Esperar a ver las noticias tanto en Internet como en televisión con el nombre de la marca apareciendo justo en el lugar del accidente
Está claro que todo esto está muy bien pensado, pero lo que no saben, o mejor dicho, lo que las empresas deberían saber, es que asociar una marca a un momento tan negativo y trágico como el de un accidente crea una asociación poco deseable en la mente del consumidor. Así pues, pienso que no es lo más recomendable desde el punto de vista de una empresa que esté interesada en este modelo de negocio que se alimenta de las desgracias de los demás en la carretera.