Jaguar nos ha sorprendido a todos. Pensábamos que llevaría un prototipo híbrido al Salón de París y finalmente no ha sido así. Estamos ante un prototipo 100% eléctrico al que han llamado C-X75. Estéticamente es una maravilla y en cuanto a prestaciones no se queda atrás. Sus cuatro motores pueden alimentarse de las baterías que incorpora, pero también pueden hacerlo gracias a dos turbina de gas.
El deportivo ha enamorado a más de un asistente a la cita gala. La firma británica ha presentado sus credenciales a través de una bestia de 780 CV y 1.600 Nm de par motor, una exageración. Cada uno de los motores eléctricos entrega una potencia de 195 CV. Cada rueda tiene asignado un motor. La potencia se transmite directamente al neumático, lo que significa que no hace falta caja de cambios. La autonomía es de 109 kilómetros siempre y cuando se utilicen únicamente las baterías de ión-litio. Recargarlas todas en una toma normal puede llevar unas seis horas de espera.
Como he comentado anteriormente, cuenta con la posibilidad de alimentarse gracias a dos turbinas de gas, de ahí el matiz en lo de la autonomía. Ambas se alimentan de GLP y son capaces de generar la energía necesaria cuando las baterías se han agotado. Además, no sólo son capaces de hacer que los motores eléctricos funcionen, sino que también recargan las baterías. Eso hace que la batería total pueda llegar hasta los 900 kilómetros, una cifra más que aceptable.
Acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h. Pocos deportivos eléctricos, por no decir ninguno, pueden presumir de unas prestaciones similares. Las dimensiones son de 4,65 metros de largada, 2,02 metros de anchura y 1,2 metros de altura. Destacan las enormes entradas de aire y el imponente difusor trasero. Todo ello acompañado por un impresionante interior, con luces y diseños impensables, lo cual deja claro que estamos ante un concept car.