Me ha sorprendido mucho que Brabus haya decidido preparar un Hyundai, pero la verdad es que el resultado no ha podido ser más impresionante. En concreto se han atrevido con el i20, uno modelo que no es precisamente una máquina sobre el asfalto. Sin embargo, ahora, al verlo, infunde mucho respeto.
Pequeño pero matón es el i20 que se han atrevido a mostrar en el Salón de París. Mecánicamente no se ha cambiado nada, todos los cambios son estéticos. Para empezar, y como era de esperar, lo han cubrido de negro por completo. Eso sí, han tenido la decencia de no utilizar un negro mate que hubiera hecho daño a la vista teniendo en cuenta que estamos ante un utilitario de menos de 4 metros de longitud. Menos mal.
El alerón, los faldones laterales y el parachoques nos han llamado la atención por su marcado carácter deportivo. Además, lo han rematado con unas luces LED diurnas en el parachoques muy vistosas. Las salidas de escape son trapezoidales, los faros oscurecidos y las llantas de aleación de 17 pulgadas, con cinco radios y algo de color blanco para ejercer contraste.
El interior todavía destaca más. El color naranja se deja ver en el salpicadero, en el volante y en los asientos. También se deja ver en pequeñas dosis en las alfombrillas, en el pomo de cambio y en los guarnecidos de las puertas. ¿Pensáis que será un éxito de ventas? Yo sinceramente creo que no, pero seguro que a más de uno le ha encantado esta preparación tan llamativa.