Ford ha detectado un problema en 435.000 unidades de los Mustang fabricados entre los años 2005 y 2008. Es por eso que ha llamado a todos los clientes que adquirieron uno en esa época para solucionar un problema de software que provoca que el airbag del pasajero salga disparado con más fuerza de la permitida en Estados Unidos. No se trata de ninguna tontería, pues esto podría hacer peligrar la salud del pasajero, además de causar daños irreparables en la reputación de esta famosa marca de coches americana que vende su pony car en toda Norteamérica.
Hasta que no se solucione el problema de manera eficaz, la venta de los Ford Mustang se mantendrá suspendida, a no ser que el coche fabricado supere una prueba que analiza el correcto funcionamiento de los airbag. A la espera de lo que suceda, los propietarios de estos coches serán avisados para pasar la revisión oportuna, que por supuesto será gratuita.