Aplaudir en una función del ‘Cirque du Soleil’, seguir en globo las migraciones de ñues en Serengeti, caminar los senderos andinos de Inca hasta Machu Pichu, y 1.001 cosas más. Los deseos, sueños y anhelos de cada persona pueden ser infinitamente variados. A nosotros nos toca elaborar, en este caso, una lista para todos los amantes de los coches, una lista en la que repasamos algunos modelos de ensueño que «obligatoriamente» deberías de tener la ocasión de probar, al menos una vez en la vida.
Ford Model T
En comparación a resto de modelos que veremos aquí, las ocasiones de ponerse al volante de un modelo Ford T de 1922 son escasas. Después de la Primera Guerra Mundial, la mitad de los coches que poblaban el planeta salían de la cadena de montaje de Ford. Cuando terminó la fabricación del Model T en 1927, después de 19 años de éxito, en el mundo había 15 millones de unidades. Hoy, se calcula que solo 25.000 de estos coches continúan funcionando. En el Museo de la Automoción de Salamanca, al menos puedes hacerte un ‘selfie‘ con las tres versiones del Model T que poseen: el modelo Tourer de 1922, el Speedster de 1911 y el Runabout de 1929.
Duesenberg SJ
En 1928, el talento mecánico de los hermanos Duesenberg y la rígida batuta de la compañía Errett Mobban Cord lanzaron al mundo un modelo denominado ‘J’. No obstante, una variante nacida en 1932 y denominada ‘SJ‘ dejaría a un lado aquél elegante (y pesado) vehículo con motor V8 de 265 CV. Esta nueva versión alcanzaba hasta 208 km/h gracias a un propulsor más potente de 325 CV. Se mantuvo en el mercado hasta 1937, momento en el que Errett vendió sus acciones y se trasladó a Inglaterra. En sus 9 años de producción se fabricaron 472 unidades a 25.000 dólares cada una (un auténtico dineral por entonces). Algunos importantes empresarios como William R. Hearst y Elizabeth Arden poseían uno, además del monarca Alfonso XXIII de España.
Citroën DS
Poco después de su lanzamiento en 1955, el filósofo francés Roland Barthes dijo que el Citroën DS había «caído del cielo«. No estaba muy desencaminado, ya que las siglas DS aluden a «déesse», que significa «diosa» en lengua gala. Sin embargo, más que una descendiente del Olimpo parecía (en aquellos años) una nave espacial oculta bajo el pseudónimo de ‘Tiburón’. Su imagen, junto a sus innovadores elementos, fueron sinónimo de éxito rotundo y aun hoy mantiene su mito intacto.
Plymouth Hemi ‘Cuda
En una lista así no puede faltar un muscle car totalmente endemoniado y lleno de esteroides americanos, pero con cientos de modelos donde elegir, ¿cuál es el mejor ejemplo para sentir el bramido del V8? ¿El Chevrolet Chevelle SS 454 LS6 del año 1970? Quizás, pero nos decantamos por el Plymouth Hemi ‘Cuda (también llamado ‘Barracuda’, para los amigos). Este rockero destacó en la era del ‘Flower Power’ no como hermanísimo del Dodge Challenger, sino por su motor HEMI 528 de 8,5 litros de cilindrada y 650 CV, bestial.
Porsche 911 Carrera RS
La imaginación es gratis, y los sueños, sueños son. No obstante, ¿te imaginas pilotando uno de los 1.580 Porsche Carrera RS lanzados entre abril de 1972 y julio de 1973? La casa alemana Porsche lanzó al mundo este admirado modelo después de reinventarse con vehículos testados en competición (triunfando en la Carrera Panamericana de 1955) y después del éxito heredado del ‘Carrera 2 l.”. El nacimiento del Porsche 911 Carrera RS llegó derivado del 911 S con un primer paquete de 500 unidades, aunque hoy en día existen en torno a 1.500 en todo el mundo. Conducir un ejemplar es sentir la auténtica conducción junto a la historia que atesora esta leyenda.