Opel va lanzando datos del Ampera-e con la seguridad de que tendrá muy buena acogida entre las grandes masas. Si no fuera porque todavía estamos bastante verdes en el tema, sería uno de los coches más vendidos mes tras mes, pero el problema que es no tenemos una buena red de puntos eléctricos y los precios son demasiado elevados como para convencer al cliente medio.
Buenas condiciones
Salvando esas dificultades, hay que decir que el nuevo compacto de la firma alemana tiene los ingredientes necesarios para triunfar. El pasado viernes supimos que monta un motor eléctrico capaz de entregar 204 CV y 360 Nm, lo suficiente como para divertirse e ir sobrado tanto por ciudad como en carretera. No hay que olvidar que es un coche cuyas dimensiones no son exageradas.
El rey de los eléctricos mundanales
Lo último que acabamos de conocer, y tal vez lo más atractivo de todo, es que tiene una autonomía de 400 kilómetros, una cifra que a más de uno le impide decir que no será suficiente para sus viajes de casa al trabajo y del trabajo a casa. De hecho, hasta te puedes ir de Barcelona a Valencia recorriendo sus 351 kilómetros sin preocuparte por el estado de la batería. Eso siempre y cuando los consumos idílicos que anuncian no se traduzcan en una cifra claramente inferior, claro está.
Por ahora, y dejando de lado el Tesla Model S P 100D y sus impresionantes 613 kilómetros de autonomía, no hay otro de su especie que le supere. El actualizado BMW i3 se conforma con 300 kilómetros, mientras que el Nissan LEAF de nueva hornada llega hasta los 250 kilómetros. Todavía más lejos están los 240 kilómetros del Renault ZOE o los 190 kilómetros del Volkswagen e-Golf. A pesar de ello Opel, en condiciones reales, sabe que el Ampera-e supera por poco los 300 kilómetros de autonomía.
Una opción a tener muy en cuenta
Es evidente que propuestas así acercan el coche eléctrico a todos los mortales. Si el precio de venta acompaña habrá pocas excusas para decirle que no. Ya va siendo hora de que digamos adiós a los motores de combustión por el bien del medio ambiente y por el bien de nuestros bolsillos. Sé que más de un purista no pensará como yo, pero lo respeto porque cada uno es libre de opinar lo que le venga en gana. Lo malo, para ellos, vendrá cuando los países prohíban la producción de vehículos de combustión interna, algo que podría pasar en Noruega a partir de 2025.